La ganadora de 23 Grand Slams, de 40 años, explica que quiere centrarse en su familia, y los medios estadounidenses señalan al US Open como su último torneo.

Serena Williams contempla el final de su gloriosa carrera en el tenis. A sus 40 años, la tenista con más Grand Slams de la era Open (23) ha anunciado que se está “alejando del tenis hacia otras cosas más importantes”.

La tenista ha reflexionado sobre su futuro en una extensa columna publicada en Vogue. “Nunca me ha gustado la palabra jubilación”, afirma. “No me parece una palabra moderna. He estado pensando en esto como una transición, pero quiero ser cuidadosa sobre cómo uso esa palabra, que significa algo muy específico e importante para una comunidad de personas”, explica Williams. “Quizás la mejor palabra para describir lo que estoy haciendo es evolución. Estoy aquí para decirles que me estoy alejando del tenis hacia otras cosas que son importantes para mí. Hace unos años fundé Serena Ventures, una firma de capital de riesgo. Poco después, formé una familia. Quiero hacer crecer esa familia. He sido reacia a admitir ante mí misma o ante cualquier otra persona que tengo que dejar de jugar al tenis”

Williams no ha señalado una fecha exacta para su adiós a las pistas, pero reconoce, en una publicación en Instagram, que “la cuenta atrás ha comenzado” y que tiene que “disfrutar las próximas semanas”. Según The New York Times, la fecha de la retirada de Serena Williams será después de US Open, el primer grande que ganó en su carrera en 1999, que comienza a finales de agosto en Nueva York.

Tras 23 años de carrera, Serena Williams quiere poner punto y final a su manera, como ha hecho todo siempre la mejor tenista del siglo XXI. El férreo carácter que siempre la ha identificado se refleja también en su despedida. “No voy a endulzar esto, no hay felicidad en este tema [el tenis] para mí”, dice sin complejos, como aquella chica que se convirtió en profesional con 14 años y desafío a las más grandes del circuito siendo una novata. Como la mujer que se volvió el icono de una generación y de un deporte al que llevó a un nivel superior.

Ella rehúye en estos momentos de su legado, pensando solo en ampliar su familia, algo que ve incompatible con la práctica del tenis. “No quiero volver a quedar embarazada como atleta. Necesito estar dos pies dentro o dos pies afuera”, reflexiona. Willimas, madre una hija llamada Olympia, confiesa que estaba embarazada de dos meses en 2017 cuando ganó el Abierto de Australia, el 23º Grand Slam de su carrera, que la colocaba a solo uno de Margaret Court, la tenista con más grandes de la historia.

A pesar de que no haya logrado dar caza a los 24 grandes de la leyenda australiana, el palmarés de Williams es un monumento al tenis. De 1999 a 2019 jugó 34 finales de Grand Slams, consiguiendo siete títulos del Open de Australia, siete Wimbledon, seis US Open y tres Roland Garros. De aquellas finales, nueve las jugó contra su hermana, Venus, ganadora también de siete Grand Slams, con la que formó una de las mejores parejas de dobles de la historia del tenis. Las hermanas Williams levantaron 14 grandes y se enfundaron tres medallas de oro olímpicas en dobles (Sídney 2000, Pekín 2008 y Londres 2012). Serena es la única tenista en la historia que ha conseguido el Golden Slam (ganar los cuatro grandes en una misma temporada) tanto en individual como en dobles. Su palmarés acumula 98 trofeos, 73 torneos individuales, 23 en la categoría de dobles y dos en la de dobles mixtos.

Tras su triunfo en Australia en 2017, estuvo cerca de alcanzar a Court, pero cayó en cuatro finales de Grand Slam entre 2018 y 2019. Para entonces, las lesiones ya habían empezado a hacer mella en el físico de la norteamericana, pero la situación solo empeoró. En 2020, en Wimbledon, sufrió una rotura en la zona posterior de la rodilla que la obligó a operarse y a mantenerse lejos de la competición durante un año entero. Convertida en un icono de la moda y del mundo empresarial, la retirada parecía cantada para una tenista de 39 años que lo había ganado todo. Pero ella se recuperó y volvió. Este año, regresó a la pista en la que el destino le había puesto al borde de la retirada y pudo despedirse del torneo londinense a su manera, dejando siempre una puerta abierta. “Quién sabe dónde voy a estar en un tiempo”, señaló Williams tras caer ante la francesa Harmony Tan en la primera ronda.

El pasado lunes, Serena Williams volvió a degustar el sabor de la victoria, en la primera ronda del Abierto de Toronto ante la española Nuria Parrizas Díaz (6-3, 6-4), su segundo partido en más de un año. Tras el torneo canadiense, llegará el Masters 1.000 de Cincinnati y el ATP 250 de Winston-Salem, los últimos pasos de Serena Williams hacia su despedida en el US Open.

error

¿Disfrutas de este diario? Por favor, pasa la voz :)

Follow by Email
Instagram
WhatsApp