Leonor recae después de 1 año recibiendo ayuda profesional
La vida de Leonor ha estado marcada por la atención mediática y las expectativas que conlleva su posición. En los últimos tiempos, surgió un tema recurrente en las noticias: su aparente lucha con ciertos hábitos que han generado preocupación en su entorno familiar. Este verano, las especulaciones sobre su comportamiento alcanzaron un nuevo nivel, lo que lleva a muchos a preguntarse cómo estos desafíos la están afectando y de qué manera sigue adelante con sus vicios tras haber recibido ayuda profesional. Te contamos.
El verano, tradicionalmente un tiempo de relajación y diversión, trajo consigo ciertos desarreglos en la vida de Leonor. Las vacaciones, lejos de ser un respiro, pusieron de manifiesto los problemas que enfrenta en estos últimos años apartada de su hogar. Se informa que la princesa está involucrada en actividades que no son consideradas saludables, lo que enciende las alarmas y causa grandes especulaciones.
Letizia, en particular, ha estado tratando de guiarla hacia un camino más positivo, pero parece que los esfuerzos no han dado los frutos esperados. Y es que la joven, aparentemente, se niega a seguir las indicaciones de los profesionales y cuidarse. Una situación que amenaza los avances que ha logrado en estos años durante su formación castrense.
Si algo ha caracterizado la crianza de la consorte hacia sus hijas es el control y la alimentación saludable. En el palacio de Zarzuela hay toda clase de alimentos y comestibles prohibidos, se consumen frutas, verduras, legumbres; en sí, productos orgánicos. Nada de lo que llega a la mesa de la familia es enlatado, procesado o con azúcar. Sin embargo, después de tantos años de esta condición, la heredera descubrió otras costumbres y comidas en el internado de Gales que le fascinaron.
Desde hace tres años, se informa que Leonor ha estado lidiando con un “vicio” que, según algunos medios, ya comienza a afectar sus actividades diarias. La vida de una joven de su edad, que debería estar llena de descubrimientos y diversión, se ve ensombrecida por el gusto excesivo hacia la comida rápida. Lleva una alimentación desordenada, su mayor adicción es McDonald’s y los comestibles dulces en general.
Entendiendo que está lidiando con un trastorno de alimentación, estuvo recibiendo ayuda de un dietista y de otros profesionales que pretendían asesorar y ayudarla a atravesar esta etapa. Y a pesar de esto, el comportamiento compulsivo de la royal con la comida sigue siendo el mismo. De hecho, unos días después de ingresar a la academia de Marín, los altos mandos se mostraron decepcionados con su estado físico. Se dijo, entonces, que su nivel de energía es bajo y eso está afectando su desempeño.
La situación de Leonor no es única; muchos jóvenes enfrentan desafíos similares en su vida cotidiana. Puede que la presión de su entorno y las privaciones excesivas de su infancia sean dos desencadenantes para este vicio. La Casa Real tiene una preocupación adicional, porque la rebeldía de la princesa de Asturias en este tema puede acabar con su imagen de estabilidad.