Con la selección del jurado en marcha, el juez Castel solicitó a todos los presentes que se pusieran de pie, enfatizando la importancia del juicio al afirmar: “Este es un juicio en el que se acusa a un hombre de haber cometido un delito. Disponemos de una gran sala de jurado. Tenemos una nevera allí. Calculo que el juicio tardará entre dos y tres semanas en completarse. Si eso es una dificultad, por favor levante la mano”.
Seguidamente, el juez Castel procedió a identificar a aquellos presentes en la sala que estaban dispuestos a ser evaluados como testigos, solicitando que levantaran la mano y, posteriormente, formaran fila en orden numérico frente a un podio, empezando por el jurado número 2. Además, indicó al abogado que se moviera en la barra lateral.
El expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández se enfrenta esta semana al comienzo de su juicio en Nueva York abandonado por sus aliados, Juan Carlos ´El Tigre´ Bonilla y Mauricio Hernández Pineda, ambos coacusados junto a él, y que se declararon culpables a principios de mes.
Bonilla, que fue jefe de la Policía Nacional durante el mandato del expresidente, fue el último en admitir su culpabilidad por los delitos de “conspirar para importar cocaína a los Estados Unidos” y la tenencia y uso de armas para facilitar el traslado de la droga.
Antes, Hernández Pineda, primo de Juan Orlando Hernández y exoficial de la Policía Nacional, ya se había declarado culpable de los mismos delitos.
En el sistema judicial estadounidense, la declaración de culpabilidad suele ir aparejada con un pacto por una reducción de penas a cambio de colaborar con la Justicia, facilitando la detención de otros implicados o desvelando la existencia de las tramas criminales.