Disfrutar una taza de café siempre nos alegra, nos anima y nos recarga. Hay algunos puntos que siempre puedes tomar en cuenta a la hora de elaborar una taza de café, para que este quede lo más rico posible. Idalma Ramos encargada de control de calidad de Café Rubio brinda algunos consejos para que se pueda disfrutar al máximo el café casero y que lo puedas implementar previo y durante su elaboración.

Preste atención al agua

El ingrediente fundamental para preparar un café es el agua ya que representa el 98 por ciento. Es la base de la infusión y debería ser de la mejor calidad posible, ya que un agua mala puede estropear cualquier preparación. El agua no tiene que ser alcalina, una excesiva alcalinidad neutralizará la acidez de la preparación. Si es un agua que al beberla te sugiere alguna nota de sabor, mejor desecharla. La temperatura debe ser siempre constante, y en los procesos manuales, se recomienda echar el agua justo antes de entrar en ebullición.

Sirve el café al momento

Regla de oro: nunca bebe café recalentado. Obviamente, no te recomendamos que lo hagas, salvo que solo busques una dosis de cafeína y no te importe disfrutar de una buena taza. En el momento en que se enfría ya no podremos apreciar el café en su punto máximo de aroma, cuerpo y sabor. Hay una excepción a esta regla, por supuesto, solo cuando vayamos a preparar cafés
fríos o con hielo que ya son recetas mezcladas y con sabores adicionales.

Mantenimiento

Muchas veces la clave detrás de un mal café está en la mala limpieza de la percoladora o máquina que se use para hacer café, o descuido de la misma. En casa, sin importar la cafetera que tengamos, no debemos olvidar nunca de ciertos cuidados básicos como no dejar los posos de café en la cafetera hasta el día siguiente, o dejar que se acumule suciedad en los depósitos.

Almacenado

Ya que te has molestado en buscar un buen proveedor de café de calidad, en grano y tostado, merece la pena prestar atención a su conservación en casa. Los granos van perdiendo aroma según pasan los días, así que intentaremos ralentizar el proceso. En primer lugar: no compres café de más. A la hora de conservarlo siempre se deben buscar recipientes limpios, opacos, herméticos y sin aromas extraños.

Frescura

Es recomendable adquirir el café más fresco posible. Cuando menos tiempo haya transcurrido desde que há sido cosechado, secado, transportado y tostado, mucho mejor. Por eso es mejor confiar en profesionales que sean especialistas de verdad, como es el caso de Café Rubio que tratan el café que venden con el cuidado que se merece.

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